Me encargo personalmente de todo el seguimiento del paciente después de la cirugía.

Aproximadamente entre el día 10 y el día 15 han caído todas las costras. A partir de la tercera semana, se cae todo el pelo trasplantado, incluso parte del pelo propio.

Es a partir del tercer mes que comienza a crecer el pelo gradualmente hasta el año.

Es fundamental trabajar con un equipo sanitario cualificado. Mi equipo consta de un anestesista y dos enfermeras.

Esto es medicina y salud, y lo fundamental y primero es garantizar el bienestar del paciente.

Por supuesto que es muy satisfactorio el trasplante de pelo en mujeres. Cada vez hay más problemas de alopecia entre las mujeres y es cierto que en estos casos es fundamental el diagnóstico.

Hemos de saber qué es lo que espera la mujer en concreto, ver que podemos conseguir, estudiar bien su zona donante, y dónde vamos a colocar el pelo.

Por supuesto en mujeres realizo la técnica FUE-SR sin rasurar.

Rotundamente merece mucho la pena someterse a un trasplante de pelo.

En mi experiencia prácticamente el cien por cien de los pacientes, cuando ya ven el resultado final de su cirugía, a la pregunta de “te alegras de haberte operado?”, la respuesta es rotundamente “sí”.

Personalmente, ver la satisfacción del paciente me estimula a buscar la excelencia todos los días.

El pelo trasplantado, no se cae nunca por alopecia androgénica. Se puede caer por otras causas (el ciclo vital del pelo, enfermedad, medicación, estrés…) pero si la cirugía está bien hecha y solo cogemos únicamente el pelo genéticamente bueno de la zona donante, ese pelo permanece para siempre.

Tengo pacientes operados hace 25 años y conservan únicamente el pelo trasplantado, aunque hayan perdido el resto de su pelo genéticamente predispuesto a caerse de la zona receptora.

Los cuatro primeros días son muy delicados. Yo recomiendo que el paciente haga reposo relativo, es decir, que no haga sobresfuerzos y modere su actividad física. Estos cuatro primeros días son muy delicados, hasta que el injerto arraiga*prende* en la zona receptora *nueva*. En este tiempo cualquier roce podría llevarse el injerto.

A partir del octavo día caen las costras tanto en zona donante como en zona receptora y es a partir de entonces (del octavo/décimo día), habiendo caído estas costras, cuando yo indico a los pacientes que ya pueden realizar su vida habitual y retomar su actividad física normal.

Me encargo personalmente de realizar toda la intervención quirúrgica que dura unas 7-8 horas:

-Primero, entre el paciente y yo, diseñamos donde quiero que vaya el pelo que voy a trasplantar y preparo la zona donante.

-Seguidamente, pasa con el anestesista y, previa sedación y anestesia local, realizo la extracción de las unidades foliculares una a una.

-Después de la extracción, marco con un instrumental específico de mi método dónde quiero que vaya cada injerto y la dirección que debe tomar. Esta pienso que es la parte más importante y la más bonita, donde cada cirujano deja su sello.

-Finalmente, con la ayuda de mis dos enfermeras cualificadas terminamos de colocar los injertos en la zona que he planificado previamente.

El postoperatorio del trasplante de pelo no es para nada doloroso.

El día de la cirugía el paciente lo recuerda con “confort” gracias a los cuidados del anestesista y de la medicación.

Los primeros días del postoperatorio sí que podría tener sensación de inflamación, lo cual es completamente normal, pero para nada doloroso.

En la actualidad, prácticamente el cien por cien de las cirugías de trasplante de pelo las realizo mediante la técnica FUE. Únicamente realizo la técnica FUSS en aquellos pacientes que tienen una cirugía antigua con una cicatriz en la zona donante antiestética.

Efectivamente es posible realizar trasplante de pelo para cubrir otras zonas corporales con excelentes resultados. Zonas como la barba, las cejas, el pubis, cicatrices… donde la zona donante sigue siendo igualmente la zona occipital.